Hasta hace no mucho tiempo los proyectos de adopción de cloud planteaban ciertas dudas a los responsables de IT que, normalmente, se justificaban siguiendo los siguientes patrones
- Falta de madurez de la tecnología proporcionada por las plataformas públicas de servicios cloud
- Pérdida de control de la infraestructura y sistemas IT
- Baja especialización del staff técnico en el conocimiento y procedimientos de la tecnología cloud
- Ciclos de inversión en infraestructura y datacenters pendientes de amortizar
- Arquitecturas de IT altamente consolidadas y complejas de alinear con soluciones en la nube
- Deslocalización de los datos y potenciales obstáculos para cumplir regulaciones administrativas (especialmente en algunos sectores)
- Incertidumbre sobre la evolución del control de coste de los servicios cloud y falta de información sobre la política de licenciamiento de software de terceros
- Inseguridad en la nube, debido a que los datos privados de la compañía pueden quedar expuestos
Añadido a lo anterior, y como causa general, podría existir en algunos líderes la desconfianza sobre si las inversiones necesarias de los proveedores públicos de plataformas en la nube podrían desdibujarse a medio-largo plazo y, por tanto, la precipitación en la migración a cloud podría implicar un proyecto de ida y vuelta.
Hoy en día la situación ha cambiado y la evolución del mercado cloud en España está prevista con crecimiento de doble dígito (con una tasa algo menor que en el conjunto de la Unión Europea) e impulsada en algunos sectores a través de la financiación de los fondos europeos de recuperación y resiliencia.
Los principales aspectos que se identificaban como un freno ahora para la adopción de cloud pasan a ser aceleradores, como la seguridad, el conocimiento y las dudas sobre la continuidad de los proveedores, pero, sin embargo, otros aspectos que no se habían considerado pasan a ser los nuevos frenos, como pueden ser:
- El coste de los servicios en nube, que en muchas organizaciones son más altos de lo esperado, debido a una adopción de la nube basada en la migración y no en la transformación.
- La integración de los servicios híbridos, que va a ser la norma en los próximos años, por lo que hay que diseñar un modelo de arquitectura empresarial que permita el funcionamiento híbrido de los servicios.
- La operación y gobernanza de los servicios en nube, que requiere de un modelo de operación más ágil y el establecimiento de nuevos controles que midan el grado de transformación de la compañía.
- El cambio cultural que implica nuevos hábitos de consumo de servicios IT que permitan optimizar costes, como el apagado de los entornos cuando no se utilizan.
- La dificultad de establecer previsiones de costes en los modelos PaaS, ya que su granuralidad tan reducida requiere de cierta expertise para realizar estimaciones fiables.
¿Que impide que en el mercado español se intensifique la adopción? La respuesta que proyectan las encuestas realizadas a los c-level se orientan en dos ejes. El primero, arrastrado desde hace años, es la insatisfacción sobre el incremento del gasto por los servicios en nube y el segundo, con consenso de todo el mercado, es la falta de profesionales (en número y especialización) para abordar los proyectos necesarios.
Para poder acotar el gasto en los proyectos de adopción de cloud, la clave está en la transformación del modelo IT de las compañías, basada en la transformación de las aplicaciones para hacer que éstas se adapten al nuevo paradigma del pago por uso, transformar el modelo de operación de los servicios IT para hacer que el modelo se base en la agilidad, y cambiar las metodologías de desarrollo y despliegue de aplicaciones para aprovechar las ventajas de la nube. El modelo de IT basado en Cloud permite alcanzar reducciones en el TCO de los servicios IT, pero para alcanzar esa reducción es imprescindible cambiar la manera de hacer las cosas. Sin la transformación no se alcanzarán las reducciones de costes previstas.
La ausencia de profesionales certificados es una preocupación para los proveedores de servicios e hiperscaladores, que invierten grandes cantidades de dinero en formación de nuevos perfiles, y que se espera que se resuelva en los próximos años, pero no tendrá una solución a corto plazo.
El futuro
Full-Cloud es un paradigma generalmente no-cuestionado por los responsables de IT en las compañías emergentes en cualquier sector (no sólo en el tecnológico) y que se balaceará de manera muy clara hacia las plataformas y servicios cloud en las compañías tradicionales por los siguientes motivos:
- Las nuevas funcionalidades tecnológicas serán nativas en cloud y presentarán latencias para su utilización en plataformas on-premises
- La rapidez y elasticidad de cloud permitirá linealizar el gasto de IT a la cuenta de resultados, sobre todo para aquellos negocios que avancen en su digitalización
- La necesidad de disminuir huella de carbono y poder presentarse en el mercado como comprometidos con la sostenibilidad forzará la migración de entornos de infraestructuras legacy y propietarias
- Las cargas asociadas a la analítica de datos e inteligencia artificial, y la necesaria experiencia de usuario, precisarán plataformas de ejecución y/o distribución de contenidos cercanos al consumidor de la información y que, en un entorno de operaciones de negocio global, hará insostenible la gestión de centros de datos locales
En la actualidad los servicios en nube ya han superado las fases iniciales y las organizaciones tienen el reto de diseñar su propio plan de transformación con su velocidad y alineado con sus intereses, y establecer su roadmap para ir modernizando las aplicaciones que vayan a ser trasladadas a las plataformas y culminar la adopción de cloud.
Jaime Gutierrez de Mesa, director del Centro de Competencias Cloud en Grupo Oesía
