La adopción de la Inteligencia Artificial, sin embargo, requiere un cambio cultural en la empresa de cara a optimizar el valor que proporciona esta tecnología, con los consiguientes retos y desafíos. En los siguientes apartados vamos a analizar los beneficios y las mejores prácticas para implantar este tipo de tecnologías con el menor riesgo y el máximo aprovechamiento.
Beneficios de la Inteligencia Artificial en las empresas
La implementación de la IA en los procesos de negocio ofrece una serie de ventajas clave para las empresas. La velocidad en la toma de decisiones basadas en datos, la capacidad de proporcionar respuestas rápidamente y en horarios 24×7 ante situaciones cambiantes son factores cruciales para mantener una ventaja competitiva en el mercado actual.
Adicionalmente, la implantación de la Inteligencia Artificial en la cadena de valor de las empresas permite automatizar procesos que tradicionalmente son intensivos en el uso de recursos humanos, liberando tiempo de las personas, que pueden dedicar a tareas de mayor valor añadido, completando el círculo virtuoso en la mejora de la capacidad competitiva de la empresa.
La automatización proporcionada por la IA es aplicable en multitud de procesos de la industria, que abarcan desde la predicción de demanda y la optimización de inventarios, hasta los sistemas de mando y control, tanto en cadenas de montaje como en planificaciones productivas, pasando por la capacidad de anticipar averías en los activos, mejorar la calidad de los productos, y optimizar el consumo energético o la huella de carbono de las empresas, consiguiendo mejoras palpables en los costes y en las tareas que proporcionan el valor para la empresa.
En definitiva, la IA permite tomar las mejores decisiones gracias a su capacidad para anticipar posibles incidentes y/o tendencias, y proporcionar líneas de actuación basadas en datos.
Riesgos y temores en torno a la Inteligencia Artificial en la industria
Uno de los mayores desafíos que implica adoptar tecnologías como la IA es la resistencia al cambio y el temor a la pérdida de empleos. Es crucial para las empresas comprender la necesidad de adecuar y acompasar el cambio tecnológico junto con el cambio social requerido en la manera de comprender el negocio y sus procesos conforme estos se adapten a una visión de “empresa orientada al dato”. Tan importante es la adopción de la tecnología como la formación y capacitación de los trabajadores en las nuevas tecnologías; la tecnología por sí sola no es capaz de proporcionar todo el rendimiento que puede alcanzarse en manos de personas que saben y quieren usarla.
La formación de los trabajadores permitirá que sea la propia plantilla la que identifique casos de uso encubiertos que permitan optimizar aún más los casos de uso iniciales implantados en la empresa.
Por este motivo, uno de los factores principales que determinará el éxito de la adopción de esta o cualquier nueva tecnología será la disposición de la plantilla para adquirir nuevos conocimientos y capacidades, y para adaptarse a este cambio y aprovechar las oportunidades que brinda la IA.
En cuanto a los temores sobre el desarrollo de la IA, detener la investigación en esta área no parece factible, ni deseable por muchos de los jugadores en el mercado; nadie quiere dejar de avanzar en un área que ha demostrado, y sigue demostrando, avances espectaculares cada día.
Sí se hace necesario desarrollar una legislación que garantice una integración amigable y segura, en caso de que la IA alcance un nivel de singularidad en el que presente ciertos niveles de autoconsciencia (suponiendo que la comunidad científica en algún momento llegue a determinar qué implica “ser consciente”). El potencial de la IA es tan prometedor para la humanidad que no parece posible ni deseable descartarlo o frenarlo sin razones de peso que realmente demuestren el “peligro” al que se está haciendo referencia últimamente en determinados medios de comunicación.
La Inteligencia Artificial, por lo tanto, ha de tratarse como un “recomendador” (sistema de recomendaciones), con mayor o menor autonomía en función de la criticidad y el impacto de la tarea, convirtiéndose en la herramienta colaborativa ideal para la toma de decisiones, descargando a las personas de las tareas más pesadas y de menor valor. La adopción de mecanismos y herramientas basadas en la Inteligencia Artificial en la industria es una oportunidad para mejorar la productividad, el rendimiento de los equipos de trabajo y la satisfacción de sus empleados con las responsabilidades que les asigna su empresa.
Punto de partida para implementar la IA en una empresa
Adoptar un enfoque de orientación al dato no es un proceso que se pueda llevar a cabo al vuelo, requiere emplear una metodología y seguir unos pasos que garanticen el éxito y proporcionen beneficios medibles para la organización.
El primer paso es analizar los procesos de negocio. En este punto la colaboración entre el cliente y el equipo de consultoría especialista en IA resulta fundamental para identificar oportunidades concretas y medibles. De este análisis se obtiene el listado de casos de uso inicial para su implementación.
Una vez identificados los casos de uso se debe realizar un análisis del estado de la política y gobierno del dato de la empresa, y definir una estrategia para los datos necesarios para los casos establecidos: disponibilidad, ubicación, accesibilidad, existencia de políticas de actualización e ingesta, calidad del dato, etc. En ocasiones, en función del grado de madurez en la gestión de los datos del negocio, antes de iniciar la adopción de tecnologías como la inteligencia artificial, resulta imprescindible racionalizar la política y el gobierno de datos de la empresa. Esta racionalización siempre resulta beneficiosa, puesto que proporciona una vista completa del negocio desde el punto de vista de los datos y las interrelaciones entre ellos. Adicionalmente, ayuda a identificar lagunas y espacios ciegos, así como necesidades de recursos específicos para cubrirlas.
La implementación paulatina de los casos de uso identificados, priorizando aquellos que supongan un menor coste de implantación y mayor beneficio para la empresa, garantiza una adopción gradual y efectiva de la Inteligencia Artificial en la industria en los procesos de la compañía al tiempo que proporciona tiempo a la plantilla para ir adoptando el cambio cultural necesario para obtener el mayor beneficio de la Inteligencia Artificial.
Soluciones ofrecidas por Grupo Oesía
Grupo Oesía se presenta como un aliado estratégico para las empresas que desean adoptar la IA. Ofrece un amplio abanico de servicios que van desde la identificación de casos de uso específicos para cada empresa hasta la implementación, integración y despliegue del ecosistema de datos y modelos de IA adaptados a las necesidades individuales.
El Centro de Competencia de Data Analytics e Inteligencia Artificial del Grupo Oesía se dedica a diseñar y desplegar infraestructuras de datos para obtener los mejores resultados de la automatización de procesos, permitiendo a las empresas mejorar su competitividad y adoptar la cultura “data driven”.
Qué empresas deben adoptar la IA
La IA es aplicable en cualquier sector empresarial. Cada sector tiene sus propias necesidades y niveles de madurez, lo que requiere adaptar las capacidades de la IA a cada caso de uso y empresa en particular.
En contra de la creencia más difundida, no es necesario realizar grandes inversiones para adoptar y desplegar modelos de Inteligencia Artificial. Desde los casos de uso más sencillos hasta los más complejos, es posible mejorar la competitividad de las empresas mediante una adopción escalonada y asequible de la IA.
El uso de la IA no está limitada a grandes empresas. Las pequeñas empresas también pueden beneficiarse de la automatización en sus cadenas de valor. Es un error creer que la implementación de la IA requiere inversiones masivas. Al seguir un proceso estructurado y controlado, las pequeñas y medianas empresas pueden adoptar la IA de manera asequible y escalonada, adaptándola a sus necesidades específicas. Mejorar la calidad del servicio, la rapidez y la adaptabilidad a los clientes, basándose en datos empresariales, es fundamental para la supervivencia y el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas.
Del escepticismo al futuro
Ante un escepticismo inicial comprensible, la recomendación que hacemos desde Grupo Oesía es probar con casos de uso acotados y controlados que permitan medir de manera rápida y fiable los beneficios que proporcionan, validando las hipótesis iniciales.
Los beneficios tangibles que se obtengan en esta prueba inicial pueden persuadir a los más reticentes y demostrarles el potencial de la IA para mejorar la competitividad y eficiencia de sus empresas.
La IA tiene el potencial, lo está haciendo ya en otros sectores, de revolucionar la industria española. Las empresas que no adopten esta tecnología corren el riesgo de quedarse rezagadas en un mercado cada vez más competitivo y global.
La adopción de la Inteligencia Artificial en la industria y en su cadena de valor ofrece numerosos beneficios a las empresas industriales: la toma de decisiones basadas en datos, la reducción en costes, la eficiencia energética que proporciona, o la capacidad de mejorar la sostenibilidad de la empresa son solo algunos de los aspectos en los que impacta de manera directa, convirtiendo a la Inteligencia Artificial en una necesidad de aquí a cinco años, o diez como máximo, si se quiere competir en igualdad de condiciones con el resto de los participantes.
Las empresas que hayan comenzado ya a desplegar esta tecnología tienen una ventaja adquirida; el resto, si no inicia este camino cuanto antes, irá desapareciendo paulatinamente del mercado, incapaces de competir al mismo nivel que las demás.
Manuel Gallardo, director de Data Analytics e Inteligencia Artificial del Grupo Oesía