Impacto de la fusión de MásMóvil con Orange
Tengo un grupo de Telegram con viejos y magníficos amigos -el que menos lleva en esta industria es un cuarto de siglo- en el que comentamos, como en un Sanedrín, cada movimiento que se produce, o creemos que se va a producir en el sector. Y el último movimiento acontecido no nos sorprendió demasiado. No sé si porque ya parece un “déjà vu” de tiempos pasados vividos, pero sabíamos que iba a pasar.
La tan especulada fusión de MásMóvil y Orange llegó y, más allá de que llenará los bolsillos de accionistas -dejemos a un lado las cifras, para no marearnos-, ofrece un nuevo panorama para los clientes, empleados y empresas proveedoras del sector, que percibirán una contracción de ciertos tipos de negocio, asociada a la consolidación que tanto se pedía, desde los propios operadores como desde Europa.
Pero, seamos y pensemos en positivo, ya que, como con todos los cambios, habrá agitación y aparecerán nuevas oportunidades donde poder ayudar. Sí, es un sector ya maduro y que finalmente dio el paso que tanto se demandaba de consolidación del mercado español, para así poder tener una presión comercial mucho menos tensa de la que veníamos teniendo durante los últimos años.
La fusión
Tras esta fusión, que posiblemente acabe siendo compra en un par de años, hablaremos de una compañía que pasará a gestionar más de 30 millones de líneas del negocio B2C. A esto se suma el correspondiente negocio de B2B en constante crecimiento, por el buen hacer de Orange, en los últimos tiempos. Además de una parte interesante y consolidada de este negocio, heredada de la adquisición de Euskaltel por MásMóvil (que todavía se percibe reciente).
Este acontecimiento conllevará una simplificación de la oferta comercial. Si bien falta un año para que se materialice, las más de diez marcas existentes se verán reducidas. Cabe recordar que Orange ya había acometido, recientemente, un proceso de simplificación en su número de marcas, reduciéndolas a tres: Orange para cliente premium, Jazztel para “abonados clase media” y Simyo para el segmento Low-Cost.
Además, habrá que transformar e integrar el resultante de las múltiples compras que ha ido realizando MásMóvil durante estos años, tanto a nivel comercial como tecnológico.
Estas integraciones podrán abrir oportunidades muy interesantes en los ámbitos de homogenización y consolidación de redes, servicios, aplicaciones y procesos de negocio. Así, se establecerá un espacio muy interesante para compañías como Grupo Oesía con un background, experiencia y soluciones en el sector muy contrastado y en procesos de consolidación producidos anteriormente.
Los remedies
Tenemos que tener en cuenta que de esta consolidación resultarán muchos activos duplicados y, como consecuencia de ello, los famosos “remedies”. Pero, ¿qué que son los remedies? Simplificando, son remedios y obligaciones que imponen la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y la Comisión Europea para garantizar las condiciones de competencia en el mercado. Significa que esta consolidación, simplificación y desinversión se canalice hacia un tercero, que podría ser un nuevo operador emergente, sirviéndole de impulso.
Aquí es donde aparecen nombres como Avatel, Digi, Adamo o Finetwork. ¿Les suena esta historia? Seguramente sí. Parece como si se tratara de un largo eco. Pues, esto mismo sucedió tras la compra de Jazztel por Orange con MásMóvil, que consiguió quedarse con estos activos (720.000 hogares transferidos) y sentar las bases de un plan de negocio que, fijaros hasta donde ha llegado… Cuesta imaginarlo, pero fue así. Llámenme nostálgico, pero a mí me resulta hasta romántico.
¿Y el resto de operadores?
Pero, ¿qué pasará con el resto de los operadores, más asentados y de pedigrí? ¿Qué efecto tendrá sobre los usuarios finales de compañías como Movistar y Vodafone? Pues habrá luces y sombras.
Movistar, en cuanto al mercado residencial, seguirá siendo el referente en ingresos y clientes de fijo. Aunque en clientes en banda ancha y móvil pasará a serlo la joint venture de MásMóvil y Orange. No obstante, la buena noticia para el operador azul es que se intuye que este nuevo escenario conllevará, casi con seguridad, una modificación de la regulación y cambios en el mercado mayorista.
Vodafone, que muchos rumores apuntaban a ser la protagonista junto con MásMóvil de la operación -sobre todo a mediados del año pasado-, se ha quedado fuera de la ecuación. Sin embargo, aunque pueda parecer que todos estos hechos no le favorecen lo más mínimo, le permitirá afianzarse como tercer operador del mercado, con una presión comercial y competitiva más aliviada, dándole cierto aire para replantearse sus siguientes pasos.
Y llegado a este punto, parece que la historia se repite una y otra vez. Quizá estemos hablando dentro de unos años que Digi -por poner un ejemplo perfectamente plausible- se fusiona, se integra o adquiere otra compañía y vuelta a empezar. Entre tanto, seguiremos intentando aportar valor dentro de este sector que, independientemente de la madurez y consolidación que haya alcanzado, siempre se caracterizó por su apasionante predisposición al cambio.
Juan Martínez Cortés, Managing Director Telco & High Tech Sector en Grupo Oesía