Un gran reto para el sector de las telecomunicaciones es que no sólo tiene que adaptarse a los cambios de forma ágil, sino que, además y en paralelo, debe seguir invirtiendo en las áreas de crecimiento, como el 5G, y, a su vez, mantener la captación y retención de talento, elemento indispensable para poder seguir avanzando en la carrera digital.
Todo ello permitirá dar respuesta a los nuevos negocios y casos de uso B2B y B2C, como las Redes Privadas, IoT, Gaming, Entertainment, VR/AR, Metaverso, etc.
Las nuevas necesidades de comunicaciones y deslocalización, tanto a nivel empresarial como del hogar, derivadas de la pandemia provocada por la COVID-19, hacen del Teletrabajo una necesidad que, entre otras, potencia las aplicaciones en la nube, el desarrollo de nuevas infraestructuras y comunicaciones y de soluciones de ciberseguridad que protejan este nuevo paradigma.
Datos y sostenibilidad se convierten en drivers principales del sector.
La proliferación de nuevos servicios profesionales nos acerca a nuevas herramientas de analítica de datos que permitan conocer mejor al cliente, así como llevar más cerca del usuario final la capacidad de cómputo gracias al Edge Computing, ofreciéndole nuevos servicios atractivos e innovadores.
No debemos dejar de lado la cada vez mayor tendencia regulatoria sobre políticas de sostenibilidad y eficiencia energéticas que dan respuesta a las demandas sociales. Operadores y vendors están haciendo fuertes inversiones para reducir sus emisiones y su huella de carbono. Desde la optimización de redes con un enfoque “green” hasta la mitigación de la obsolescencia de los terminales y dispositivos para reducir el impacto medioambiental
