Además de ser una herramienta de formación efectiva, el simulador cognitivo también experimenta un fuerte crecimiento económico. Según el estudio “Cognitive Assessment and Training Global Market Report 2025”, elaborado por The Business Research Company, el mercado global de evaluación y entrenamiento cognitivo pasará de 6.05 mil millones de dólares en 2024 a $18.33 mil millones de dólares en 2029, con una tasa de crecimiento anual cercana al 25%.
En este estudio, analizaremos en profundidad qué es un simulador cognitivo, cuáles son sus principales ventajas y aplicaciones, así como algunos ejemplos concretos disponibles en la actualidad.
¿Qué es un simulador cognitivo?
Un simulador cognitivo utiliza tecnología avanzada para recrear entornos complejos y realistas. Su objetivo es analizar cómo piensa, reacciona y se comporta una persona bajo presión. A través de estos entornos virtuales, es posible medir con precisión la toma de decisiones, la atención, la memoria de trabajo, la resolución de problemas y otras funciones ejecutivas clave.
Estos simuladores permiten a las organizaciones observar el comportamiento en situaciones de alto riesgo o estrés sin comprometer la seguridad. Además, proporcionan datos objetivos y accionables sobre el rendimiento cognitivo individual. A diferencia de las pruebas tradicionales, el simulador cognitivo no evalúa lo que una persona dice que haría, sino lo que realmente hace cuando se encuentra bajo presión.
La principal ventaja del simulador cognitivo consiste en su aplicabilidad en todas las fases del ciclo de gestión del talento:
- Selección de personal: evalúa el ajuste cognitivo de los candidatos a roles que requieren alta concentración, toma de decisiones crítica o trabajo en entornos hostiles.
- Formación: mejora las competencias cognitivas mediante el entrenamiento repetido en situaciones simuladas.
- Promoción interna: identifica perfiles con potencial de liderazgo o capacidad para asumir nuevas responsabilidades.
- Prevención de riesgos: detecta signos de fatiga, estrés o deterioro cognitivo que podrían afectar el rendimiento.
Sectores donde los simuladores cognitivos marcan la diferencia
Aviación y defensa
En la aviación, los errores cognitivos pueden costar vidas. Por eso, los simuladores cognitivos resultan clave para evaluar la capacidad de reacción de los pilotos ante fallos técnicos, malas condiciones climáticas o situaciones de emergencia a la hora de tomar decisiones bajo un alto nivel de estrés. Además, se emplean en la defensa para formar a operadores de sistemas complejos y tomar decisiones críticas en tiempo real.
Sanidad
El ámbito sanitario muestra un gran interés en la simulación cognitiva por enfrentarse a diario a situaciones de vida o muerte. Cirujanos, médicos de urgencias y personal de UCI utilizan simuladores para entrenarse en situaciones de alta presión y reducir los errores clínicos que pueden costar una vida. Además de su uso creciente en la formación de futuros sanitarios, el simulador cognitivo permite determinar y asegurar la idoneidad de decisiones clave en el desarrollo de la carrera médica.
Emergencias y seguridad
Otra profesión sometida a altos niveles de exigencia incluye a las fuerzas y equipos de seguridad del Estado: bomberos, policías y equipos de protección civil entrenan con simuladores para mantener la calma y tomar decisiones en situaciones como incendios, derrumbes o escenarios de riesgo vital.
Estas herramientas mejoran su preparación sin comprometer su integridad física, además de permitir identificar si los integrantes de estas fuerzas responderán de forma eficiente ante situaciones de alto estrés.
Industria y energía
Muchos trabajadores civiles operan en entornos con un alto potencial de estrés: operadores de plantas nucleares, refinerías o centros de control de redes eléctricas deben mantener niveles elevados de atención y precisión durante horas para no comprometer la operativa y garantizar la seguridad en todo momento.
El simulador cognitivo permite anticipar cómo reaccionarán ante incidentes críticos, mejorando los planes de contingencia y reduciendo el margen de error.
SPECTRE: un simulador cognitivo avanzado
Un ejemplo destacado de simulador cognitivo es SPECTRE (Simulator for Pilot Evaluation and Cognitive Training in Realistic Environment), desarrollado íntegramente por Grupo Oesía.
Este simulador de alta precisión está diseñado para evaluar a pilotos y tripulaciones en entornos realistas, simulando condiciones de estrés —como situaciones de emergencia— y midiendo variables fisiológicas clave durante el entrenamiento.
SPECTRE detecta la fatiga, analiza reacciones bajo presión y optimiza la preparación del personal para misiones específicas. Aunque su origen se encuentra en el contexto aeroespacial, su arquitectura se adapta a otros sectores como el marítimo, terrestre o médico, demostrando cómo el simulador cognitivo puede integrarse eficazmente en procesos de formación avanzada.
Conclusión
El aprendizaje experiencial se ha consolidado, sin lugar a duda, como una de las tendencias más relevantes de los últimos años. En su informe PISA for Vocational Education and Training (VET), publicado en marzo de 2024, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) destacó la mayor efectividad de este enfoque frente al sistema tradicional de formación profesional.
Sin embargo, no basta con dotar a los futuros profesionales de las mejores herramientas disponibles. También es fundamental anticipar, en la medida de lo posible, si una persona —incluso contando con la formación adecuada— es realmente idónea para desempeñar una actividad concreta.
Anticipar esta decisión puede evitar frustraciones profesionales, reducir costes adicionales para las organizaciones y prevenir riesgos para la población en situaciones de emergencia.
En este contexto, el simulador cognitivo se presenta como la herramienta más completa que tenemos a nuestro alcance. Su adopción incrementará nuestra seguridad, tanto personal como profesionalmente.
Jaime Ledo, Product Manager Simulación en Tecnobit-Grupo Oesía