Consolidación de variables clínicas: temperatura, saturación de oxígeno, tos, disnea y PCR.
Parametrización de alertas de acuerdo a protocolos clínicos.
Vigilancia continua de las variables clínicas, identificando en su conjunto posibles riesgos de complicaciones en los pacientes.
Activación de las alertas según el estado de los pacientes y sus planes de acción correspondientes.
Diseño de una prueba piloto y la implementación final de la solución.